miércoles, 7 de octubre de 2009

¡Es la investigación, estúpido!



SI!, la investigación, la ciencia, la tecnología... El I+D!
¿Pero en este gobierno no hay nadie con un poco de entendimiento?

Principios básicos según pone en el Plan Nacional de i+d+i:
  • Poner la I+D+I al servicio de la ciudadanía, del bienestar social y de un desarrollo sostenible, con plena e igual incorporación de la mujer.
  • Hacer de la I+D+I un factor de mejora de la competividad empresarial.
  • Reconocer y promover la I+D como un elemento esencial para la generación de nuevos conocimientos.
Que es lo que tenemos:
Una de las inversiones en i+d mas bajas de Europa. Sobretodo si se descuenta el falso i+d, es decir el militar y el que se dedica solo a compras (por ejemplo, licencias de software, etc.)
Una economía mas castigada por la crisis. Precisamente por haberse basado en la especulación inmobiliaria y el pelotazo. Vamos, basada en humo.

Que propone el gobierno:
Bajar la inversión en i+d.

Como se puede resumir:
Pan para hoy y hambre para mañana.
Los investigadores que pueden se van del país y crean riqueza fuera, y los que se quedan, o resisten o desisten...

Que consecuencias tiene para la economía:
Aumenta la dependencia tecnológica del exterior. Más déficit económico.



PD. El título es un eufemismo. Supongo que es evidente. Y por cierto, pido disculpas, no soy capaz de sintetizar una sola razón.



1 comentario:

  1. El título me ha recordado aquella escena de los payasos de la tele: "¡El mar, idiota, el mar!".

    Bueno, es un comentario insustancial de un ex-investigador de esos que después de sus cinco años de tesis en el CSIC se fue a Alemania a hacer un postdoc de más de cuatro años, volvió al CSIC y lo intentó un lustro más, y cuando se hartó de seguir pidiendo una miseria tras otra mandó a paseo la ciencia, la pasión de su vida.

    Es para llorar. De verdad. La gente que está fuera del mundillo no puede hacerse una idea de lo que es investigar en España. Es gastar más de la mitad del tiempo de cada proyecto en pedir más proyectos, pero además hacerlo como los mendigos. A medida que pasa el tiempo te vas preguntando "¿Y para qué?"

    Yo lo dejé hace cuatro años y no me arrepiento en absoluto. Mi calidad de vida ha aumentado, y no digamos mi autoestima y mi salud.

    Y no envidio a la ministra. Pobre, ella, que ha sido investigadora y que en estos momentos no debe saber si mentirse a sí misma y poner cara de póker o ser consecuente, dar una patada en la puerta y dimitir diciendo cuatro verdades.

    Federico Witt

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